RESEÑA HISTÓRICA
RESEÑA HISTÓRICA
A principios de la década de los setenta Alicia Pietri de Caldera concibió la idea de crear un museo para los niños y jóvenes venezolanos que no se pareciera a los museos tradicionales.
En el periodo 1969-1974 Doña Alicia, en su condición de Primera Dama de la República y Presidenta de la entonces Fundación Festival del Niño, puso en práctica el Programa Arte y Cultura para los Niños, con la intención de desarrollar sus capacidades mediante actividades participativas. El programa evidenció la necesidad de vincular al niño con el arte, la ciencia y la tecnología para despertar aptitudes y dar respuesta creadora a las inquietudes e interrogantes del hombre del futuro. Esta necesidad se transformó en el objetivo de la Fundación Privada Museo de los Niños.
La experiencia condujo a proponer un proyecto visto por muchos como una utopía irrealizable, pero que la voluntad inquebrantable de Alicia Pietri de Caldera llevó adelante en condiciones bastante difíciles.
Debía ser algo diferente. Un gran laboratorio para experimentar y explorar, en el cual las máximas fundamentales serían “Prohibido no tocar” y “Aprender jugando”.
Un sitio donde se permitiría: tocar, resolver, explorar, inventar, relacionar, crear, participar y responder. Una nueva alternativa para educar a través de la recreación, estimular el aprendizaje a través del descubrimiento, enseñarle al niño un camino al conocimiento que parte de las cosas simples que lo rodean y lo llevan a otras más complejas.
Optimismo para cumplir nuestra misión
Hoy, el Museo de los Niños de Caracas tiene un prestigio bien ganado, nacional e internacional, como centro educativo-recreativo. A pesar de las dificultades que debemos enfrentar, agravadas hoy en día por la presencia de una pandemia, estamos llenos de optimismo y comprometidos con la misión del Museo que es la de apoyar la educación de los niños del país, complementando -de una manera divertida al interactuar con las exhibiciones- lo que aprenden en las aulas de clases.
Para lograr nuestro objetivo estamos trabajando en cada uno de nuestros espacios de manera permanente, actualizando los que lo requieren por los avances de la ciencia y la tecnología e incorporando nuevas exhibiciones a fin de que los visitantes descubran en esta “maravillosa realidad” lo ameno de aprender de la ciencia, pues “aprender es divertido” y diseñando “rutas” de exploración sobre temas tales como la alimentación, la capa de ozono, o la prevención del uso ilícito de las drogas.
En el logro de la misión, un elemento importante son nuestros Amigos Guía quienes reciben un entrenamiento que les permite colaborar con el aprendizaje, explicando a los visitantes aquellas exhibiciones que requieran de mayor dedicación o que exijan el uso de elementos que deben ser manipulados en forma especial, como es el caso del Estudio de Televisión, del Consultorio Odontológico y de La Cocinita, entre otros. Desde los inicios del Museo, los Amigos Guía han constituido un elemento distintivo y quienes se han desempeñado como tales destacan las habilidades que ese entrenamiento les permitió desarrollar: capacidad de expresarse en público, manejo de grupos, habilidad para trabajar en equipo y para atender exigencias del público visitante; ellos afirman que es una experiencia única que debería ser vivida por los jóvenes como un factor de enriquecimiento de su personalidad y como un elemento importante para su formación como futuros profesionales.
Los maestros encuentran en el Museo una herramienta de apoyo a la labor que realizan en sus aulas, fundamental para el desarrollo del país. Para ellos diseñamos nuestro Taller Programa de Apoyo al Docente, que les permite evaluar cuáles pueden ser las estrategias a utilizar en las exhibiciones y desarrollar un sinfín de proyectos de aula, mediante la teoría del aprendizaje constructivista, respetando los intereses e inquietudes de los estudiantes y permitiendo a los docentes cubrir los objetivos pedagógicos.
A los padres el Museo les resulta un recurso que les permite explicar a los niños temas que bien son difíciles de explicar o que, por el paso del tiempo y no usar esos conocimientos, están un poco olvidados. Ellos, al venir al Museo con sus familias pasan un día diferente recorriendo las instalaciones y, junto con sus hijos, descubren secretos de la física, la ecología, la biología, los avances tecnológicos en las comunicaciones, o en la carrera espacial. Además, si buscan un lugar distinto, seguro y agradable donde celebrar el cumpleaños de sus hijos, pueden hacerlo en el Museo disfrutando de sus instalaciones todo el día y merendando en un lindo lugar, especialmente acondicionado para ello.
La labor educativa del Museo va más allá de las exhibiciones pues a través de la página web curiosikid los niños realizan experimentos en sus casas o aulas con materiales de bajo costo y, también, y hacen experimentos en línea.
En esta difícil temporada en la cual no está permitido recibir visitantes, ya que su interacción con las exhibiciones no es posible por la pandemia, el Museo ha recurrido a las redes sociales para cumplir su misión de ayudar a los niños a “aprender jugando”. Así: todos los lunes se reúne un grupo por WhatsApp para leer cuentos que tienen enseñanzas útiles para la vida en la sociedad, reforzando los valores esenciales. Los jueves se reúnen también, pero esta vez por Telegram para tratar sobre temas científicos que están explicados en el Museo. Todas estas actividades están a disposición del público en general a través del canal del Museo en YouTube, Museíto Caracas.
Nuestros visitantes son nuestra razón de ser
A fin de prestar un mejor servicio, entrevistamos a nuestros visitantes sobre sus experiencias en el Museo de los Niños de Caracas. Conocer cuáles son las necesidades, intereses, impresiones y comportamientos de las personas que lo visitan, nos ayuda a estar a la vanguardia de los centros museísticos internacionales y cumplir el lema.
“Excelencia en el servicio”.