Museíto y su «pandilla» - Museo de los Niños de Caracas
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Museíto y su «pandilla»

Museíto y su «pandilla»

En el Museo de los Niños de Caracas -desde sus inicios- juega y aprende con los visitantes un niño de ocho años, que quiere ser astronauta y que siempre está interactuando con las exhibiciones: es Museíto, el amigo de todos.

Museíto invitó a algunos amigos a compartir con él sus aventuras y así formó su propia “pandilla” de amigos, integrada por: Sara, una niña mayor que él ya que tiene doce años y es la más estudiosa del grupo; Paco, de la misma edad de Sara pero un poco despistado, por eso los otros miembros del grupo se encargan de que participe en todo; Jorge, es un artista, tiene ocho años y siempre está dibujando; Elena, una niñita muy linda, presumida y coqueta pero maravillosa compañera de juegos y de aprendizaje; y el más pequeño de todos, Omar, solo tiene seis años y le encanta comer, pero no quiere dejar de participar en las aventuras de la pandilla y siempre los acompaña. Además, tienen dos mascotas, un fiel perrito -Bongo- que es inteligente y juguetón y siempre está con ellos como un guardián, y un gato -Curioso- que es muy inquieto y travieso.

Más recientemente, debido a la imposibilidad de compartir con niños en el Museo -por la pandemia- Museíto ha querido aumentar los miembros de su “pandilla” pero ahora en forma virtual. Así todos los lunes reúne por WhatsApp a muchos niños -de diferentes edades y ciudades del país-  para leer un cuento y luego comentarlo. Es importante destacar que todos los cuentos leídos llevan consigo una moraleja, de acuerdo a la filosofía del Museo, que transmite los valores fundamentales de la sociedad.

Este mes de junio la “pandilla” virtual de Museito cumplió un año reuniéndose cada lunes para leer y comentar los cuentos, historias y fábulas (más de 50 hasta ahora),que incluyen grandes clásicos de la literatura infantil y también relatos de temas históricos y hasta biográficos.

La lectura en sus distintos formatos estimula el desarrollo de la inteligencia lingüística, contribuye a ampliar el vocabulario y a mejorar nuestras competencias comunicativas. Específicamente los audiocuentos reúnen una serie de características que los convierten en los grandes favoritos. En cuanto a ventajas tecnológicas: hay cierta libertad para escucharlos en casi cualquier sitio o momento y son más fáciles de enviar/descargar, ya que suelen pesar menos que un video, de ahí que también ocupen menos memoria en los dispositivos en caso de que se los desee almacenar. Y en cuanto al propio formato de cuento en audio: fomentan procesos de atención y concentración, estimulan la imaginación, sirven de modelo para algunos padres cuyo fuerte quizá no sea la lectura en voz alta y promueven la participación grupal, por ejemplo, al escucharlos en el entorno familiar donde luego pueden surgir discusiones y reflexiones en torno a la historia.

Para finalizar, justamente compartiremos algunos comentarios y reflexiones que los amigos de la “pandilla” han hecho de los cuentos leídos:

  • Me gustó mucho este cuento, porque destaca la solidaridad, no solo a través de la ayuda sino también de la compañía. Así lo hicieron el conejo, la zorra y el lobo con el niño.
  • Me gustó mucho este cuento. Creo que nos enseña que no debemos burlarnos de nadie por cómo se ve, porque todos podemos convertirnos en alguien cada vez mejor y además no somos solo lo que se ve de afuera. Mi parte favorita fue cuando el patito feo descubre que es un cisne. El valor del respeto y también de la amistad.
  • Me encantó. Muchas gracias. Estos cuentos a mis pequeñas les encantan para dormir, y es increíble cómo a la mañana comentan la parte del cuento que más les quedó.
  • Me gusta mucho la forma en que esta fábula transmite la importancia de hacer las cosas con dedicación, para tener buenos resultados.
  • Me encanta este momento de los lunes… vuelvo a mi niñez. Gracias, Museito.
  • La parte que más me gustó fue cuando el lobo sopló y no pudo derribar la casa del hermano mayor. Aprendí que debemos hacer todo con cuidado, ser precavidos y trabajar para hacer las cosas bien. El valor del trabajo en serio y también el de la familia que se protege.
  • Me gustó mucho la historia. Nos enseña que no debemos ser codiciosos y debemos valorar lo que tenemos. ¡Qué buenos cuentos tienen!
  • Excelente historia para fortalecer la empatía, y enseñar a nuestros niños a no juzgar ni criticar, mucho menos a envidiar.
  • Me gustó esa historia de José Gregorio Hernández. Lo que más me gustó fue saber que fundó el primer laboratorio de Venezuela y que fue a Francia, pero volvió para ayudar a nuestro país. ¡No sabía eso!
  • Me gustó que Ricitos de Oro aprendió la lección de cuidar y respetar las cosas de los demás. Esta fábula nos enseña la importancia de los buenos modales y el cuidado de los hábitos para nuestra salud.
  • Este cuento reafirma el valor de la amistad y la unión para lograr objetivos comunes. Además, demuestra que en cualquier momento de la vida tenemos algo valioso que aportar.
  • Aprendimos que nunca es tarde para comenzar nuevos retos, trabajar en equipo y hacer nuevas amistades. Me gustó cuando empezaron a cantar todos, me imagino todos los sonidos y un gran alboroto.

Si aún no estás en el grupo de WhatsApp de “La Pandilla de Museíto”, puedes unirte por el +584242995375  ¡Te esperamos!

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